Mi vida ha sido una constante historia de esfuerzo, dedicación y superación. Como madre y profesional del Derecho, he aprendido que la verdadera fuerza proviene de los momentos más desafiantes. He atravesado situaciones difíciles que me han enseñado a valorar cada pequeño paso y cada logro alcanzado, y a nunca rendirme ante las adversidades. Mi mayor inspiración han sido siempre mis hijos, quienes me motivan cada día a ser mejor, a seguir adelante y a nunca perder de vista lo que realmente importa: el bienestar de las personas.
Mis hijos son el motor que impulsa cada decisión que tomo. Mi hija Valentina, estudiante de Derecho en la Universidad de Valparaíso, es el reflejo de ese esfuerzo y dedicación. Me llena de orgullo ver cómo, al igual que yo, ha elegido el camino del Derecho y se ha convertido en un ejemplo para mí de resiliencia y determinación. Ella me inspira a seguir luchando, a seguir aprendiendo, porque sé que la educación y la justicia son las bases de un futuro mejor para ella y para todos los que se cruzan en nuestro camino.
Como abogada, mi compromiso con la justicia va más allá de lo legal. Creo firmemente en el poder de las leyes para transformar vidas, pero también en el lado humano que cada caso lleva consigo. A lo largo de mi carrera, he trabajado incansablemente para garantizar que mis clientes no solo reciban un juicio justo, sino que también encuentren el apoyo emocional y psicológico que necesitan en momentos de vulnerabilidad. La justicia no debe ser fría ni distante; debe ser un reflejo de la empatía, la comprensión y la equidad.
Especialización Profesional: Un Camino de Formación Continua
Mi especialización profesional es una combinación de formación continua y experiencia práctica. Como abogada, me especializo en Derecho de Familia, pero también abordo áreas clave como insolvencia, laboral y civil. Esta diversidad de áreas no es casualidad, sino una forma de comprender que los problemas familiares no son aislados y pueden estar profundamente conectados con otros aspectos de la vida. La interconexión de estos temas me permite ofrecer un enfoque integral y personalizado a cada uno de mis clientes, atendiendo tanto sus necesidades legales como sus necesidades emocionales y sociales.
Además de mi labor profesional, soy Directora de Fundación Ynes (Ya no están solos), una organización que tiene como misión apoyar a niños, niñas y adolescentes que han sido vulnerados en sus derechos. Esta fundación fue fundada por Edison Gallardo, autor del libro Mi infierno en el Sename, quien, a través de su valioso testimonio, ha impulsado una causa noble y urgente: defender a los más pequeños, proteger su bienestar emocional y ofrecerles una nueva oportunidad de vida.
Como Directora de Fundación Ynes, me dedico a garantizar que cada niño y adolescente tenga acceso al apoyo necesario en áreas emocionales, legales y psicológicas. Junto a un equipo comprometido, trabajamos cada día para dar voz a aquellos que no han sido escuchados, mientras promovemos una sociedad más solidaria, consciente y justa para todos.
Mi vida es un reflejo de la pasión por ayudar a los demás, de luchar por la justicia y de nunca dejar de aprender y crecer. Mi familia, mi carrera y mi labor social son las tres columnas que sostienen mi vida, y me esfuerzo cada día para ser un ejemplo para mis hijos, para mis clientes y para todos aquellos con los que trabajo. Mi esfuerzo constante, mi dedicación y mi amor por lo que hago no solo me han permitido alcanzar mis metas profesionales, sino también ser una mejor persona, un mejor ser humano.
Este es el legado que quiero dejar: un legado de esfuerzo, compromiso, justicia y amor.